domingo, 12 de abril de 2015

La Administración de los Recursos Humanos y la Educación


Los cambios a nivel mundial en políticas educativas hacen necesario que el docente se relacione con los procesos tecnológicos, con la finalidad de innovar en su campo de conocimiento, de allí la necesidad de planificar estratégicamente la política de formación de los recursos humanos a nivel docente, puesto que existe una relación directa de este aspecto con la formación inicial y permanente de los maestros que demandan los centros de educación. Es prudente resaltar que los recursos humanos, cualquiera sea el plano en que se ubiquen, se han convertido en el capital de mayor importancia de cualquier organización, por cuanto garantizan el logro de la misión y los objetivos. En este sentido, los recursos humanos se convierten en el punto más importante en la vida del sistema educativo, a tal grado que se sostiene que la prosperidad, supervivencia y calidad de la educación dependen prioritariamente de los cuadros de recursos humanos que han logrado obtener y desarrollar, por lo que algunos autores están de acuerdo en que un proceso equilibrado de administración de los recursos humanos no solamente es conducente a mayores grados de efectividad y calidad en la educación, sino que es además, la forma más directa y efectiva de incidir en la adquisición de aprendizajes con pertinencia social, productiva y cultural. El objetivo de este trabajo consiste en realizar un acercamiento teórico sobre la influencia que puede tener la planificación estratégica de los recursos humanos en la calidad de la educación, para ello se utilizó una metodología descriptiva de corte bibliográfica.

LOS RECURSOS HUMANOS Y LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN
El concepto de calidad tiene su conexión inmediata en el campo administrativo gerencial, sobre todo cuando se analiza la producción de un bien o servicio particular. Para Guédez (1998), en el campo pedagógico, el concepto de calidad sólo ha servido para diluir esperanzas en unos universos quiméricos, siendo la dimensión empresarial la que ha logrado verdaderas operacionalizaciones de su significado. Tradicionalmente se planteaba el tema de la calidad en oposición al de la productividad. Pero ahora se ha demostrado que el concepto de calidad es causa y consecuencia de la productividad, es decir, mientras más calidad se busca a través del dominio de los procesos, se promueve una mayor productividad. En el marco de esta premisa, se puede afirmar que las relaciones entre el concepto de calidad de la educación, tiende también a provocar formulaciones equívocas por los contenidos dispares que se le otorgan. Según la Comisión Presidencial Para la Reforma del Estado (1990), la calidad de la educación puede estar referida a parámetros extrapolados de otras realidades sociales, es decir, esta puede ser concebida en términos exclusivos de adecuación del producto a las demandas del sistema productivo o, en el plano del diseño curricular, porque se hace de él un atributo cuantificable y medible en términos de cantidad de objetivos logrados. Sin embargo, para el Banco Mundial (1993), el concepto de calidad de la educación, debe remitir a la pertinencia de los aprendizajes que se brindan a los usuarios. En otras palabras, se puede hablar de calidad cuando el sistema proporciona aprendizajes con pertinencia social, productiva y cultural. Esta identificación de los aprendizajes con pertinencia, confluye entonces en la formación de un ciudadano dotado de los instrumentos idóneos, para integrarse tanto a la modernidad como a una organización social democrática, al tiempo que homogeniza un umbral mínimo de capacidades a partir del cual puedan funcionar equitativamente los criterios meritocráticos para el avance y promoción de todos los actores del proceso educativo llámense directivos, docentes, personal ATO y alumnos entre otros. Para la concreción de los criterios antes señalados, debe lograrse una 20 reformulación de las estrategias de formación docente, del carácter y contenido de las prácticas pedagógicas, así como de los modelos de gestión en todos los niveles y modalidades del sistema. Desde esta perspectiva, Esté (1996), señala que el sistema educativo presenta fallas determinantes en lo que se refiere a la administración racionalizada del recurso humano, dificultándose el logro de los niveles adecuados de productividad en el proceso enseñanza – aprendizaje. En este sentido, se puede agregar que un proceso equilibrado de administración de los recursos humanos, no solamente es conducente a mayores grados de efectividad y calidad en la educación, sino que es además, la forma más directa y efectiva de incidir en la adquisición de aprendizajes con pertinencia social, productiva y cultural que es lo que recientemente han venido proponiendo.
LA PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA EN EL CAMPO EDUCATIVO
En términos generales, la planificación estratégica puede concebirse como el proceso mediante el cual, las empresas e instituciones deciden qué objetivos desean lograr durante un período de tiempo corto, introduciendo metodologías y análisis sistemáticos de cada uno de los elementos que forman parte de la estructura organizativa, para desarrollar planes imaginativos y flexibles que permitan confrontar la incertidumbre que caracteriza la toma de decisiones. En cuanto a la planificación de los recursos humanos, Villegas, (1997), sostiene que en esta actividad sistemática se integran una serie de eventos 19 concatenados metodológicamente, que permiten analizar los recursos humanos de una unidad, organización o institución en lo que se refiere a la procura de su desarrollo, mantenimiento y utilización dentro de una concepción de funcionamiento integral. En este sentido, en el campo educativo el proceso de planificación de personal persigue la dotación en todo el Sistema vale decir, Coordinadores, directivos, personal docente, administrativo, técnico y obrero, de un cuadro de personal eficiente, que no se exceda en cuanto a las necesidades reales y que reduzca al mínimo el uso inadecuado del recurso. Como se evidencia, los recursos humanos se convierten en el punto más importante en la vida del sistema educativo a tal grado que autores como Maragall (1997); Martínez (1999); Navarro (2001); Nilson (1999) y Noer (1997), sostienen que la prosperidad, supervivencia y la calidad de la educación dependen prioritariamente de los cuadros de recursos humanos que han logrado obtener y desarrollar. Por otro lado, el personal que actualmente labora, no es debidamente supervisado, por lo que muchas veces realiza funciones sin ninguna pertinencia social. En otras palabras, el personal muchas veces es subutilizado, está distribuido ineficientemente y no permite alcanzar mejoras en la calidad de la educación.

CÓMO SE LOGRA CALIDAD EN LA EDUCACIÓN DESDE LA ÓPTICA DE LA PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA

 De acuerdo a Kennet (1996), elevar la calidad de la educación se ha convertido en un reto, respecto del cual deberán plantearse las teorías y la práctica en el campo educativo. Esto se ha hecho más notorio a partir de la década de los años ochenta a nivel internacional, no obstante, que en términos económicos es calificada como la década pérdida en el caso de los países latinoamericanos. La expresión de calidad de la educación, a veces se identifica con el rendimiento académico o de eficacia externa o interna del sistema educativo. Suele identificarse calidad con resultados y no con todo el proceso educativo. Sin embargo, tal como lo expresa Albornoz (1990), durante mucho tiempo la calidad fue entendida solamente en oposición a cantidad, y, entonces, como algo no factible de medir, limitada a simple apreciación subjetiva. Paulatinamente se comenzó a hablar de cualidades mesurables. En tal sentido, una educación de calidad, es aquella cuyas características hacen posible satisfacer las necesidades de aprendizajes con pertinencia social, productiva y cultural. Entendiendo, que estas necesidades y pertinencias son cambiantes, por lo tanto, una educación que pretenda ser de calidad tiene que ser dinámica como la sociedad misma. Cuestión clave entonces, será la identificación de las necesidades sociales fundamentales sobre las que se plantean los objetivos educacionales y, por consiguiente, todo el diseño curricular. Por tanto, la calidad de la educación tiene relación con la totalidad del proceso educativo y no solamente con los resultados finales o su evaluación sumativa. Para lograr entonces una educación de calidad es necesario que exista una correspondencia entre los enunciados propuestos por la planificación estratégica y los criterios de calidad.




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