Los
cambios a nivel mundial en políticas educativas hacen necesario que el docente
se relacione con los procesos tecnológicos, con la finalidad de innovar en su
campo de conocimiento, de allí la necesidad de planificar estratégicamente la
política de formación de los recursos humanos a nivel docente, puesto que
existe una relación directa de este aspecto con la formación inicial y permanente
de los maestros que demandan los centros de educación. Es prudente resaltar que
los recursos humanos, cualquiera sea el plano en que se ubiquen, se han
convertido en el capital de mayor importancia de cualquier organización, por
cuanto garantizan el logro de la misión y los objetivos. En este sentido, los
recursos humanos se convierten en el punto más importante en la vida del
sistema educativo, a tal grado que se sostiene que la prosperidad,
supervivencia y calidad de la educación dependen prioritariamente de los
cuadros de recursos humanos que han logrado obtener y desarrollar, por lo que
algunos autores están de acuerdo en que un proceso equilibrado de
administración de los recursos humanos no solamente es conducente a mayores
grados de efectividad y calidad en la educación, sino que es además, la forma
más directa y efectiva de incidir en la adquisición de aprendizajes con
pertinencia social, productiva y cultural. El objetivo de este trabajo consiste
en realizar un acercamiento teórico sobre la influencia que puede tener la
planificación estratégica de los recursos humanos en la calidad de la
educación, para ello se utilizó una metodología descriptiva de corte
bibliográfica.
LOS RECURSOS HUMANOS Y LA CALIDAD DE LA
EDUCACIÓN
El
concepto de calidad tiene su conexión inmediata en el campo administrativo
gerencial, sobre todo cuando se analiza la producción de un bien o servicio
particular. Para Guédez (1998), en el campo pedagógico, el concepto de calidad
sólo ha servido para diluir esperanzas en unos universos quiméricos, siendo la
dimensión empresarial la que ha logrado verdaderas operacionalizaciones de su
significado. Tradicionalmente se planteaba el tema de la calidad en oposición
al de la productividad. Pero ahora se ha demostrado que el concepto de calidad
es causa y consecuencia de la productividad, es decir, mientras más calidad se
busca a través del dominio de los procesos, se promueve una mayor
productividad. En el marco de esta premisa, se puede afirmar que las relaciones
entre el concepto de calidad de la educación, tiende también a provocar
formulaciones equívocas por los contenidos dispares que se le otorgan. Según la
Comisión Presidencial Para la Reforma del Estado (1990), la calidad de la
educación puede estar referida a parámetros extrapolados de otras realidades
sociales, es decir, esta puede ser concebida en términos exclusivos de
adecuación del producto a las demandas del sistema productivo o, en el plano
del diseño curricular, porque se hace de él un atributo cuantificable y medible
en términos de cantidad de objetivos logrados. Sin embargo, para el Banco
Mundial (1993), el concepto de calidad de la educación, debe remitir a la
pertinencia de los aprendizajes que se brindan a los usuarios. En otras
palabras, se puede hablar de calidad cuando el sistema proporciona aprendizajes
con pertinencia social, productiva y cultural. Esta identificación de los
aprendizajes con pertinencia, confluye entonces en la formación de un ciudadano
dotado de los instrumentos idóneos, para integrarse tanto a la modernidad como
a una organización social democrática, al tiempo que homogeniza un umbral
mínimo de capacidades a partir del cual puedan funcionar equitativamente los
criterios meritocráticos para el avance y promoción de todos los actores del
proceso educativo llámense directivos, docentes, personal ATO y alumnos entre
otros. Para la concreción de los criterios antes señalados, debe lograrse una
20 reformulación de las estrategias de formación docente, del carácter y
contenido de las prácticas pedagógicas, así como de los modelos de gestión en
todos los niveles y modalidades del sistema. Desde esta perspectiva, Esté
(1996), señala que el sistema educativo presenta fallas determinantes en lo que
se refiere a la administración racionalizada del recurso humano, dificultándose
el logro de los niveles adecuados de productividad en el proceso enseñanza –
aprendizaje. En este sentido, se puede agregar que un proceso equilibrado de
administración de los recursos humanos, no solamente es conducente a mayores
grados de efectividad y calidad en la educación, sino que es además, la forma
más directa y efectiva de incidir en la adquisición de aprendizajes con
pertinencia social, productiva y cultural que es lo que recientemente han
venido proponiendo.
LA PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA EN EL CAMPO
EDUCATIVO
En
términos generales, la planificación estratégica puede concebirse como el
proceso mediante el cual, las empresas e instituciones deciden qué objetivos
desean lograr durante un período de tiempo corto, introduciendo metodologías y
análisis sistemáticos de cada uno de los elementos que forman parte de la
estructura organizativa, para desarrollar planes imaginativos y flexibles que
permitan confrontar la incertidumbre que caracteriza la toma de decisiones. En
cuanto a la planificación de los recursos humanos, Villegas, (1997), sostiene
que en esta actividad sistemática se integran una serie de eventos 19
concatenados metodológicamente, que permiten analizar los recursos humanos de
una unidad, organización o institución en lo que se refiere a la procura de su
desarrollo, mantenimiento y utilización dentro de una concepción de
funcionamiento integral. En este sentido, en el campo educativo el proceso de
planificación de personal persigue la dotación en todo el Sistema vale decir,
Coordinadores, directivos, personal docente, administrativo, técnico y obrero,
de un cuadro de personal eficiente, que no se exceda en cuanto a las
necesidades reales y que reduzca al mínimo el uso inadecuado del recurso. Como
se evidencia, los recursos humanos se convierten en el punto más importante en
la vida del sistema educativo a tal grado que autores como Maragall (1997);
Martínez (1999); Navarro (2001); Nilson (1999) y Noer (1997), sostienen que la
prosperidad, supervivencia y la calidad de la educación dependen
prioritariamente de los cuadros de recursos humanos que han logrado obtener y
desarrollar. Por otro lado, el personal que actualmente labora, no es
debidamente supervisado, por lo que muchas veces realiza funciones sin ninguna
pertinencia social. En otras palabras, el personal muchas veces es
subutilizado, está distribuido ineficientemente y no permite alcanzar mejoras
en la calidad de la educación.
CÓMO
SE LOGRA CALIDAD EN LA EDUCACIÓN DESDE LA ÓPTICA DE LA PLANIFICACIÓN
ESTRATÉGICA
De acuerdo a Kennet (1996), elevar la calidad
de la educación se ha convertido en un reto, respecto del cual deberán
plantearse las teorías y la práctica en el campo educativo. Esto se ha hecho
más notorio a partir de la década de los años ochenta a nivel internacional, no
obstante, que en términos económicos es calificada como la década pérdida en el
caso de los países latinoamericanos. La expresión de calidad de la educación, a
veces se identifica con el rendimiento académico o de eficacia externa o
interna del sistema educativo. Suele identificarse calidad con resultados y no
con todo el proceso educativo. Sin embargo, tal como lo expresa Albornoz
(1990), durante mucho tiempo la calidad fue entendida solamente en oposición a cantidad,
y, entonces, como algo no factible de medir, limitada a simple apreciación
subjetiva. Paulatinamente se comenzó a hablar de cualidades mesurables. En tal
sentido, una educación de calidad, es aquella cuyas características hacen
posible satisfacer las necesidades de aprendizajes con pertinencia social,
productiva y cultural. Entendiendo, que estas necesidades y pertinencias son
cambiantes, por lo tanto, una educación que pretenda ser de calidad tiene que
ser dinámica como la sociedad misma. Cuestión clave entonces, será la
identificación de las necesidades sociales fundamentales sobre las que se
plantean los objetivos educacionales y, por consiguiente, todo el diseño
curricular. Por tanto, la calidad de la educación tiene relación con la
totalidad del proceso educativo y no solamente con los resultados finales o su
evaluación sumativa. Para lograr entonces una educación de calidad es necesario
que exista una correspondencia entre los enunciados propuestos por la
planificación estratégica y los criterios de calidad.
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